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Los gatos tienen la costumbre de afilarse las uñas de modo diaria, para mantenerlas siempre a punto por si tienen que cazar poco. Es parte del instinto de los gatos y todos los que tenemos en casa, hemos conocido que muchas veces se afilan sus uñas en sillas. Para que estas situaciones no ocurran, lo mejor es comprarle un rascador y acostumbrarle a él.
Con un rascador tendrá un motivo donde podrá afilarse las uñas cuando quiera, ya que están fabricados precisamente para eso. De este modo si acostumbramos el pícaro al rascador, de seguro que dejará las sillas y muebles de la casa en paz, poco que agradecerá nuestro hogar.
No hace descuido gastarse mucho pasta en un rascador porque desde 12 euros podemos encontrar buenos rascadores y por otra parte muy pequeños. Si te quieres ponerse un poco más, hay rascadores con un precio medio de 15 a 30 euros, que está muy proporcionadamente, porque suelen ser muy duraderos y estables para la mascota.
Si quieres un rascador con juguetes e incluso con alguna plataforma para subirse, puedes encontrar en el mercado muchos modelos, aunque dependerá del pícaro, del espacio que dispongas en tu casa y por supuesto del pasta que te quieras ponerse.
Siempre que le compremos un adminículo nuevo, en este caso un rascador, debemos acostumbrar a nuestro pícaro a que lo use. Al lugar de unos días los gatos suelen instruirse estas lecciones básicas y se acostumbran a este nuevo adminículo para sus uñas y seguro que le gustará.
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