Estás en la categoria: Carnívoros
Información sobre:
Contenidos del post
Cuánto viven los buitres
La esperanza de vida de los buitres acostumbra a estar entre los quince y los veinticinco años, en la mitad de la vida salvaje y las ocasiones de subsistir con las presas dejadas por otros animales cazadores.
Cuánto viven los buitres
Cuánto viven los buitres en libertad
Su esperanza de vida promedio es de quince a veinte años. No tienen excesivos predadores, siendo el más esencial el hombre. Si quizá, las hienas sí las pueden agredir para de esta manera quitarles su carroña.
Cuánto viven los buitres en cautividad
En este caso alcanzan los treinta años. En verdad, se conoce un buitre que vivió hasta los treinta y nueve años. Los cuidados veterinarios son indispensables para este incremento de su esperanza de vida.
Dónde viven los buitres
Dependiendo de las familias que existen, las podemos hallar tanto en el Viejo Mundo (Europa, Agarraba y África) como en el Nuevo Mundo, o sea, Norteamérica, América Central y América Latina.
Qué comen los buitres
Son buitres, por eso se nutran de cuerpos moribundos o bien en descomposición. La única vez que se les ve cazando es cuando su presa se halla verdaderamente enferma o bien abatida por heridas.
La razón por la que no se enferman o bien mueren a raíz de comestibles en putrefacción se debe al hecho de que poseen ácidos estomacales muy fuertes, capaces de transformar ciertas propiedades en nutrientes saludables para su organismo. Sin ningún género de dudas, tienen un estómago poderoso.
Cuánto miden los buitres
Los especímenes más grandes pueden ostentar un diámetro de cerca de dos metros.
Cuánto pesan los buitres
Pesan entre los cinco y diez kilogramos.
Reproducción y ciclo vital de los buitres
El nido se identifica por ser construido a base de hojas, raíces y ramas secas, lo que forma un jergón rustico mas agradable para el pichón. En esencia la hembra solo genera un huevo y muy pocas veces 2. Sin embargo, si bien el buitre americano puede llegue a generar un máximo de 3 huevos.
Para incubarlo, tanto el macho como la hembra le ofrecen el calor a lo largo de un periodo que acostumbra a estar entre los cuarenta y tres y sesenta días, dependiendo naturalmente de su tamaño. Ambos progenitores asimismo se encargan de trasferirle la crianza y enseñarle sus labores. En el momento en que nace, el polluelo continúa en el nido entre setenta y ciento treinta y cinco días. Incluso de esta manera, van a estar en mucha dependencia respecto a sus progenitores hasta aproximadamente los doce meses de edad.
Curiosidades de los buitres
Características de los buitres
Los buitres se identifican por tener una extensa extensión. Cuentan con un pico fuerte y tienen un porte impresionante y rudo.
Hay que resaltar asimismo su propio plumaje obscuro o bien pardo. Solo los considerados como zopilotes tienen un aspecto blancuzco.
El inconveniente primordial que tienen los buitres como especie es que sus garras son absolutamente llanas, con lo que les resulta difícil apresar.
Comportamientos de los buitres
Los buitres son animales en general sigilosos, excepto cuando se nutren en conjunto. Entonces emiten una serie de gruñidos, soplidos y de chillidos estridentes debido a las riñas que se generan por el control de las carroñas.
También acostumbran a volar por los aires sin fatigarse, administrando realmente bien las corrientes de aire con sus alas.
En tanto los buitres son aves de naturaleza gregaria, o sea, que acostumbran a dormir y alimentarse en comunidades, conforme viajan por el planeta deciden establecer sus nidos en pequeñas colonias. Ciertos de tales nidos acostumbran a estar situados en lo alto de los árboles o bien en los barrancos altos.
Los buitres en la cultura popular
En la mitología egipcia existen 2 diosas buitres que estaban al cargo de resguardar los nacimientos y las guerras.
Mientras tanto, para los helenos era un ave del dios Apolo, puesto que sus largos viajes representan un enorme amontonado de augurios.
En África se considera un animal proveído de gran sabiduría, puse tiene el don de convertir la muerte en un género de energía vital, como hace al alimentarse.